Es decisivo que los padres no pregunten, si quieren una respuesta precisa deben dar una instrucción clara, hablar con afirmaciones para no dar oportunidad a una respuesta negativa
En la actualidad es común que las madres se dirijan a sus hijos de la siguiente manera: ¿te quieres bañar?, ¿quieres cenar?, ¿ya nos vamos?, por mencionar algunos; lógicamente el niño contestará negativamente, porque se les está dando esta la opción, es mejor que se empleen mandatos como los siguientes: “a bañarse”, “a cenar-“, “a dormir”; utilizando la palabra “ahora”, que significa “en este momento”, y no la palabra “ahorita”, que en la realidad significa, “en un momento” o “después lo hago”.
Es decisivo que los padres no pregunten, si quieren una respuesta precisa deben dar una instrucción clara, hablar con afirmaciones para no dar oportunidad a una respuesta negativa.
Me acuerdo cuando estaba grabando el programa de Dulces Momentos para Discovery H&H la mamá le preguntaba al hijo ¿Qué quieres comer, arroz, sopa de pasta, espagueti? ¿Lo puedes creer? Ni que tu casa fuera restaurante, ni que fueras cocinaras de tiempo completo, cuidado de no malacostumbrar a los hijos porque nuestras nueras NO lo agradecerán.
Según el diccionario Kapelusz de la lengua española, la definición de la palabra ahora es: En el momento en que estamos o en el tiempo en que vivimos.
Recordemos que los hijos son sumamente inteligentes y saben perfectamente cuando la mamá esta hablando en serio y cuando “aguanta otro poco”; si queremos cambiar esta situación, evitar enojos y malos entendidos, es fundamental hacer conciencia de la forma que nos comunicamos como madres.
Claro que es decisivo resaltar que tampoco es bueno caer en el exceso y prohibir todo o ser demasiado estrictos, también debemos distinguir entre situaciones o cosas que se pueden negociar y las que no son negociables, tal vez el brincar de la cama no se negocia, cruzar la calle tampoco, pegarles o molestar a los hermanos, que jueguen con fuego, que jueguen en la cocina, son actos o actitudes que de ninguna forma son admisibles.
Seamos más concretos para hablar con sus hijos, utilizando palabras efectivas para dirigirnos a ellos, evitemos dan sermones que sólo nos agotan y no funcionan. Tomen en cuenta las siguientes recomendaciones:
Hacer contacto visual. Una de las claves de la comunicación, es el contacto visual, es necesario que la madre se ponga a la altura de su hijo, lo vea a los ojos, y dialogue con él. De esta forma, el hijo va tomar el mensaje directo y aprenderá a ver a los ojos, pero si el niño evita la mirada, la madre, le dirá: “mírame a los ojos”, para que de esta forma los niños no bajen la mirada y aprendan a hacer contacto visual con cualquier persona con la que hablen. Esto también les genera confianza en ellos mismos.
Recados escritos. Cuando ya están saben leer y escribir, es decir, en nivel primaria, se puede empezar a comunicarse con los niños además de verbalmente, de forma escrita. Hay personas que comentan que esto es lo mejor, yo creo que debemos equilibrar. Un recado puede ser una alternativa más para comunicarnos con nuestros hijos y fortalecer nuestra relación con ellos. En la actualidad también se puede hacer uso de los mensajes tanto en el celular como en la computadora, procurando que sean positivos y no negativos.
Abrazo de Chango Marango
Por Ale Velasco