Niñas, niños y adolescentes sufren la pérdida de seres queridos, y como familia debemos esforzarnos para que las superen; así, en el proceso nosotros también podremos facilitar el tránsito
Una forma de manejar las pérdidas con los niños y adolescentes es construir historias colectivas sobre temas de duelo y pérdida que no estén relacionadas con el hecho que generó la situación. Son punto de partida para reflexionar con las niñas, niños y adolescentes sobre las emociones y el duelo que acompañan la pérdida..
En una hoja de papel, una de las personas adultas de la familia redacta el inicio de dos historias en las que está presente una pérdida definitiva en el personaje principal.
Ejemplos:
Para Niñas y Niños de 3 a 5 años:
Luis se encontraba jugando en el parque, se sentó un momento con su perro de peluche llamado Teo a quien quiere mucho; se levantó a jugar con la pelota y cuando regresó, Teo ya no estaba y nunca iba a regresar con él. Luis se sintió… (A partir de aquí la familia continúa la historia de manera colectiva).
Para Niñas y Niños de 6 a 12 años:
Rita tiene muchas amigas y amigos en su colonia, casi siempre la buscan para organizar juegos y tomar decisiones. Hoy su mamá y papá le avisaron que se cambiarán de ciudad y ya no podrá ver a sus amigas y amigos. Rita se sintió… (A partir de aquí la familia continúa la historia de manera colectiva).
Para adolescentes de escuela secundaria, de 12 a 15 años:
El equipo de voleibol lleva dos torneos siendo campeón. Esto se debe al buen trabajo del entrenador que además de que es muy bueno en el deporte, fomenta la confianza con el equipo por lo que lo quieren mucho. Pero el entrenador tuvo un accidente y no regresará con el equipo. Tanto el entrenador como el grupo se sintieron… (A partir de aquí la familia continúa la historia de manera colectiva).
Se pide a cada uno de los miembros de la familia que construya la continuación de la historia. Puede ser a través de turnos organizados en los que aporte cada quien una parte de la historia; o bien, discutir y definir en grupo cuál será la continuación y desenlace.
Al final, la persona adulta que conduce la plática escucha las historias y acompaña una reflexión sobre cómo la pérdida está presente en nuestra vida y la importancia que tiene la manera en que la enfrentamos (en este caso sobre lo ocurrido con la y el protagonista de las historias).
Al concluir la historia la familia puede recordar las siguientes ideas:
- Todas las personas experimentan pérdidas durante la vida.
- Perdemos seres queridos, amistades, mascotas, objetos, situaciones, etc.
- La pérdida produce dolor, que se conoce como duelo y trae cambios.
- El duelo tarda tiempo en “sanar”, dependiendo de la capacidad de aceptación de cada persona
- Cada persona tiene su propio tiempo para terminar el duelo.
- Mantener el recuerdo positivo ayuda a recobrar la alegría.
- Un desastre natural como el temblor puede traer pérdidas.
En los comentarios finales, es importante enlazar la plática con las experiencias de pérdida que se tienen en todo momento, vinculándolo incluso con las muertes de personas conocidas o cercanas y queridas por niñas y niños. Pero se cierra con la nota del recuerdo positivo del ser querido.