Los celos se vuelven peligrosos cuando impiden que haya momentos felices dentro de la relación, así como cuando limitan la libertad de la pareja.
Los celos son normales en pequeña medida, se les llama «celos adaptativos» y refieren al apego y el miedo a perder a la persona amada. El sentimiento en este nivel no distorsiona la realidad del entorno y otras relaciones que mantiene la persona de nuestro afecto.
No obstante, cuando la intensidad se eleva al grado de provocar descontrol y desconfianza hasta coartar la libertad de la pareja. Estos llevan por etiqueta «celos patológicos» y fomentan preocupación reiterada, lo que genera ansiedad.
El malestar emocional encuentra su raíz en la falta se seguridad de quien los siente. Al respecto, la psicóloga Lidia Alvarado explica que son una respuesta de protección a lo que considera bajo amenaza « El temor a ser rechazados o a ser sustituidos por otra persona puede dar lugar a pensamientos distorsionados o irracionales».
Se vuelven peligrosos cuando limitan los momentos felices dentro de la relación sentimental «Hay que alarmarse cuando la otra persona en lugar de preocuparse por la persona a la que quiere, desconfía de ella; cuando tiene un fuerte sentimiento de posesión hacia su pareja, que le llevan a querer controlar todo lo que hace».
Para ejemplificar, la psicóloga toma por situación «cuando se intenta acaparar todo el tiempo de la pareja, o que esta no tenga otras relaciones sociales». Por ello, es importante identificar los rasgos que caracterizan a las personas propensas a los celos.
Uno de los factores es la baja autoestima, «al no considerarse merecedoras de afecto, sentirán desconfianza hacia los sentimientos de su pareja, pudiendo llegar a pensar que son fingidos». La dependencia emocional, «hay personas que no saben estar solas y necesitan tener a una persona permanentemente a su lado para sentirse bien. Sin ella se sienten vacías, por ello viven permanente asustadas ante la posibilidad de que los abandonen». O bien, experiencias de infidelidad que se hayan sufrido previamente vuelven a la persona recelosas.
Algunas banderas rojas de los celos enfermizos:
- Desconfía de las relacionas externas de su pareja, como sus familiares, amigos o compañeros de trabajo.
- Interpreta los deseos de la pareja como insatisfacción de la relación actual.
- Retoma el pasado amoroso de la pareja como amenaza.
- Controla el teléfono o redes sociales de la pareja.
- Evita que la pareja realice actividades de manera individual.
- Exige que su pareja lo mantenga informado de todas sus actividades.
- Revisa pertenencias en búsqueda de pruebas de infidelidades.
- Critica a la pareja para mermar su independencia.
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