La relación entre la nutrición y el funcionamiento cerebral es muy importante, ya que alimentarse de manera deficiente puede propiciar envejecimiento
Los alimentos altos en ciertas grasas o azúcares pueden estar asociados a un estado de inflamación de la región cerebral relacionada con el establecimiento de la memoria a corto plazo y alteraciones bioquímicas, señaló el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
La relación entre la nutrición y el funcionamiento cerebral es muy importante, ya que alimentarse de manera deficiente puede propiciar envejecimiento y alteraciones en los procesos de aprendizaje”, refirió mediante su revista institucional.
El cerebro, explicó la institución de salud, es un órgano muy versátil por su habilidad de responder a situaciones del medio ambiente, de ahí surge su capacidad de recordar y aprender, a lo cual se le conoce como plasticidad cerebral.
Los ácidos grasos poliinsaturados, como el Omega 3 contenido en alimentos como el salmón y el aceite de oliva, son fundamentales para llevar a cabo esta labor de plasticidad que posee el cerebro”, explicó.
Destacó que los carbohidratos contenidos en alimentos tales como el arroz o la pasta, también son recomendables ya que son como un verdadero carburante para el cerebro e indispensables para que las neuronas obtengan una buena dosis de energía y que los impulsos eléctricos sean conducidos para mantener una buena concentración y actividad neuronal.
Otras provisiones indispensables para el cerebro son los cítricos, huevos y legumbres, ya que proporcionan las vitaminas necesarias para garantizar la construcción de células nuevas. Además, las vitaminas son garantía de una adecuada oxigenación del tejido cerebral”, indicó.