En los factores de riesgo para padecer cáncer de próstata, solo 9 % de los casos son por criterios genéticos, y el resto se asocia con presión alta, obesidad, tabaquismo y alcohol
El cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente, justo por debajo del cáncer de mama, indicó Francisco Enrique García Martínez, especialista en Urología del Centro Oncológico Estatal del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM).
Actualmente se observa un incremento anual de aproximadamente 37 por ciento de los casos nuevos de esta enfermedad.
La importancia de detectar a tiempo el cáncer de próstata es fundamental, ya que “en etapas tempranas se tienen mejores oportunidades de un tratamiento exitoso, sin embargo, 50 por ciento de ellos llegan en etapa avanzada”, advirtió el especialista.
Agregó que dentro de los factores de riesgo, solo nueve por ciento de los casos son por criterios genéticos o hereditarios, el resto se asocian con presión alta, obesidad, tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
El especialista subrayó la importancia de la prevención, mediante una exploración física consistente en el tacto rectal, exámenes de laboratorio donde se valora el antígeno prostático y finalmente una biopsia prostática.
“Las edades adecuadas para comenzar estas revisiones es a partir de los 40 años si hay dos familiares cercanos que hayan tenido este padecimiento, a los 45 si solo es uno y a los 50 si nadie de la familia lo ha tenido”.
García Martínez enfatizó que, en su mayoría, el cáncer de próstata no presenta signo de alerta en etapa inicial, más bien –apuntó– se presentan cuando se encuentra en etapa avanzada, donde existe metástasis en los huesos que a su vez lesiona la medula espinal y pueden llegar incluso a postrarlos en silla de ruedas.
Por ello, como parte del tratamiento integral que el ISSEMyM ofrece a sus pacientes se encuentra la quimioterapia, radioterapia y cirugía médica, de esta última, destaca la cirugía de mínima invasión implementada para beneficio de los derechohabientes en esta Institución.
“La técnica de mínima invasión consiste en realizar incisiones pequeñas de un centímetro, a diferencia de las cirugías convencionales o abiertas con cortes de 15 a 20 centímetros que incluyen muchos componentes de la pared abdominal y que generalmente condiciona al paciente a que la recuperación sea más lenta.
Agregó que el 90 por ciento de las cirugías realizadas en este Centro Oncológico de ISSEMyM son de mínima invasión. “Realizamos de 35 a 40 prostatectomías radicales laparoscópicas aproximadamente por año y menos de 5 abiertas” y precisó que el costo promedio de cada cirugía con esta novedosa técnica, en la iniciativa privada supera los 200 mil pesos cada una.
IPR
Contenido relacionado
Con ácido fólico y control prenatal, se puede prevenir la espina bífida