Debido a la escasa supervisión de los puestos, estos no tienen programas de manejo de desechos biológicos o un tratamiento adecuado para su disposición
El Congreso de la Ciudad de México solicitó a la Agencia de Protección Sanitaria local y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) hacer revisiones periódicas a los puestos de tatuajes en tianguis o vía pública, pues representan un riesgo para la salud.
La diputada Lilia Rossbach Suárez, advirtió que, debido a la escasa supervisión de los puestos, estos no tienen programas de manejo de desechos biológicos o un tratamiento adecuado para su disposición, requisitos que sí deben de cumplir otros establecimientos como las veterinarias, laboratorios, y algunas otras industrias específicas.
Expuso que recibió denuncias de vecinos de Coyoacán, una de las alcaldías donde aumentan este tipo de servicios de manera irregular, en las que mencionaron que el desecho de los materiales se mezcla con los residuos sin ningún tipo de tratamiento.
La legisladora de Morena precisó que los jóvenes son libres y están en su derecho de realizar en su cuerpo los tatuajes o perforaciones, pero enfatizó que lo que falta son supervisiones de las autoridades, para evitar problemas graves de salud.
No hay una supervisión de buenas prácticas, materiales utilizados, condiciones sanitarias y no existe responsabilidad por parte de los tatuadores con los pacientes”, sostuvo.
Por ello Rossbach Suárez presentó un punto de acuerdo, que fue aprobado por el Congreso de la Ciudad de México, donde pide a las autoridades reforzar la supervisión.
En el documento detalló que la Cofepris, en coordinación con la Agencia de Protección Sanitaria de la Ciudad de México, revise y sancione los establecimientos, conocidos como de bajo impacto, y los obligue a que se apeguen a la Ley General de Salud.
Refirió que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registró 800 establecimientos de este giro en todo el país en 2018, concentrados principalmente en la Ciudad de México y en el Estado de México.
Ante ello, la diputada comentó que “es evidente que está muy por debajo de lo que se puede ver a simple vista en las grandes ciudades, evidenciando la falta de un padrón y supervisión hacia este giro”.
De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) se estima que hay más de 12 millones de personas tatuadas y que el pago promedio por imagen de cuatro centímetros va de 35 a 100 dólares, dependiendo el número de tintas, diseño y prestigio del artista-tatuador.