El hospital recién construido en Wuhan, el epicentro del brote del nuevo coronavirus en China, comenzó el martes a atender a los pacientes infectados con el virus
Los primeros pacientes llegaron el lunes al hospital especializado construido en sólo 10 días como parte de los intensos esfuerzos de China para combatir un nuevo virus que mantiene en vilo a parte de Asia y otras regiones del mundo que ya reportan contagios.
El hospital de Huoshenshan y una segunda instalación con 1,500 camas que abrirá esta semana fueron erigidos por cuadrillas que laboran tres turnos en Wuhan, la ciudad en el centro de China, donde se detectó en diciembre el brote por primera vez.
La mayoría de los 11 millones de habitantes de la ciudad tienen prohibido salir de la región.
Los centros de atención de Wuhan son la segunda vez que el gobierno chino responde a una nueva enfermedad con la construcción de hospitales especializados casi de la noche a la mañana.
Cuando el síndrome respiratorio agudo grave (SARS por sus siglas en inglés) se propagaba en 2003, una instalación especial para pacientes con la enfermedad viral fue construido en una semana en Beijing.
Los primeros pacientes llegaron el lunes a las 10 de la mañana al hospital de Hushenshan, según la prensa estatal. Los despachos se abstuvieron de facilitar identidades o condiciones de los pacientes.
En otra ciudades en China, el gobierno ha designado hospitales para que atiendan los casos del nuevo virus.
En Beijing, el hospital Xiaotangshan construido en 2003 para atender casos de SARS está siendo renovado. Las autoridades no han dicho si podría ser utilizado para el actual abrote.
China envió a trabajadores médicos y equipo a su recién terminado hospital de 1,000 camas para tratar a las víctimas del nuevo virus.
La reapertura de escuelas también fue demorada para impedir que el virus se extienda más en la provincia central de Hubei, la más golpeada, donde el hospital especializado en la ciudad de Wuhan fue erigido en sólo 10 días. Se está construyendo un segundo hospital con 1,500 camas.
Equipos médicos del Ejército Popular de Liberación seguían llegando a Wuhan para relevar a los abrumados trabajadores sanitarios de esta ciudad, la capital provincial, y para trabajar en el nuevo hospital, localizado en la campiña lejos del centro de la urbe.
Zhong Nanshan, destacado epidemiólogo chino, dijo que el tener espacio adicional en los hospitales es crucial para detener los contagios.
“La falta de habitaciones de hospital obligó a la gente enferma a volver a sus casas, lo cual es extremadamente peligroso. Así, el tener (camas) adicionales disponibles es un gran avance”, declaró al canal noticioso de CCTV, el cual opera las 24 horas.
Zhong cumplió un papel importante cuando China superó el brote de SARS de 2002-2003. El SARS es un coronavirus de la misma familia que el actual patógeno.
En Beijing, las autoridades intentaban tranquilizar a los 1,400 millones de habitantes del país de que hay suficientes existencias de mascarillas y desinfectante, a pesar de los medios de prensa que mencionan escasez de ambos productos en partes del territorio.
La Organización Mundial de la Salud dijo que el número confirmado de casos continuará aumentando a medida que se efectúen los exámenes a miles de personas que presentan síntomas.