Para un niño sano es fácil sujetar y sacar una canica, pero para alguien con parálisis cerebral o con discapacidad en el agarre fino, no es tan sencillo
Alumnos de la UNAM diseñaron prototipos de juguetes para contribuir a la rehabilitación de niños con parálisis cerebral; estimulan la habilidad con los dedos, el fortalecimiento de brazos, el equilibrio, la coordinación ojo-mano y la buena postura.
Se trata de un laberinto y un tablero donde se insertan piezas geométricas, y además estas actividades promueven la convivencia con otros infantes, afirmó Michelín Álvarez Camacho, investigadora del Centro de Ingeniería Avanzada y quien supervisa a los jóvenes de la Facultad de Ingeniería (FI).
En el laberinto pueden participar varios jugadores y está pensado para hacer combinaciones de pasadizos por donde se hace circular una canica hasta sacarla.
Para un niño sano es fácil sujetar y sacar una canica, aunque nunca haya jugado con ella, pero para alguien con parálisis cerebral o con discapacidad en el agarre fino, no es tan sencillo, advirtió la universitaria, quien indicó que mejorar la habilidad con los dedos ayuda, por ejemplo, a escribir, a vestirse o a comer de manera autónoma.
El juego también fortalece los brazos y el equilibrio, pues para que circule la canica tienen que agarrar, cargar e inclinar el laberinto, montado en una caja con tapa transparente y desmontable.
Esta motilidad o agarre grueso vigoriza sus brazos, el pecho y la espalda, para que puedan cargar objetos como una charola, una jarra, o abrir un cajón, detalló.
En el tablero, donde inicialmente aprenden a identificar e insertar figuras geométricas, pueden jugar damas chinas y ajedrez, toda vez que cuenta con 64 casillas para colocar las piezas.
De igual manera, el juego ayuda a la coordinación ojo-mano, porque el niño debe girar las piezas de colores y lograr que embonen, y como es un tablero grande, es necesario agacharse y estirarse, lo que robustece el abdomen.
Asimismo, los juguetes han sido pensados para promover la convivencia con otros infantes, con quienes podrán divertirse y convivir, reiteró.
Otro aspecto que se tomó en cuenta fue la parte cognitiva: hay pacientes con distintos niveles de inteligencia, así que tener un juguete que les posibilite explorar el entorno sensorialmente ayuda a su estimulación.
“No hay impedimento en lo que tienen que avanzar a su edad, por lo que se intentó que el juguete crezca con el niño”, dijo Álvarez Camacho, adscrita al Departamento de Sistemas Biomédicos de la FI.
Aunque un infante con parálisis cerebral reciba distintas terapias en el día, puede aprovechar el tiempo que pasa en el hogar para continuar con su rehabilitación, y con este tipo de juguetes se fortalece y divierte con algo seguro, remarcó.
Un objetivo más de estos juguetes es que los pequeños tengan buena postura, pues si se sientan de manera adecuada, evitan contracturas.
“Queremos que crezcan con una postura correcta y con cierta fortaleza. Después diseñaremos otros juegos encaminados a robustecer miembros inferiores, con el apoyo de estudiantes de la carrera de Ingeniería en sistema biomédicos, quienes pueden desarrollar tecnologías que ayuden en actividades como gatear y caminar, practicar algún deporte o facilitar su traslado”, concluyó Álvarez Camacho.
Ya que se concluya con la comprobación del funcionamiento de los prototipos, se podría proporcionar a los papás el diseño y la información necesaria para que ellos mismos los fabriquen.
