Las dolencias cardiacas siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo, representando una de cada seis muertes globales, señala un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que también muestra una gran reducción de las muertes por enfermedades contagiosas en veinte años.
Pese al impacto de pandemias como el COVID-19 -aún no reflejado del todo en el estudio, pues sus últimas cifras completas son de 2019- siete de cada diez muertes en el planeta se deben a enfermedades no contagiosas, cuando en 2000 solo eran cuatro de cada diez.
El pasado año, nueve de las 55.4 millones de muertes en el mundo -16 por ciento del total- se debieron a dolencias cardiacas, dos millones más que en 2000, según el estudio de la OMS, con un fuerte aumento de estos decesos en Asia-Pacífico mientras que ha habido un descenso de 15 por ciento en Europa.
La segunda principal causa de muerte el pasado año fueron los infartos cerebrales, también conocidos como ictus o derrames, con unos seis millones.
En tercer lugar se situaron las enfermedades pulmonares, con más de tres millones de muertes el año pasado, y en cuarto lugar otras infecciones respiratorias, con una cifra similar pero que ha ido en descenso con respecto al año 2000.
A falta de reunir datos completos para 2020, la pandemia de COVID-19, que ha causado más de un millón y medio de muertos, podría contribuir a un fuerte aumento en las defunciones por enfermedades pulmonares y respiratorias (tercera y cuarta principal causa de decesos en 2019).
Sin embargo, no parece, si la tendencia es similar a la del año pasado, que las enfermedades cardiacas y el infarto cerebral vayan a verse adelantadas por esas dolencias respiratorias como principal factor de mortalidad.
La OMS destacó que la enfermedad del alzheimer y otras clases de demencia han irrumpido en los últimos 20 años en la lista de diez principales causas de muerte, donde antes no se encontraban, e incluso ocupan ya el tercer puesto en continentes como Europa o América.
Otra enfermedad que en las últimas dos décadas ha aumentado su incidencia en la mortalidad global es la diabetes, con un ascenso de 70 por ciento en los decesos por esta dolencia desde 2000, hasta situarse como la novena principal causa de muerte, con casi dos millones de defunciones el pasado año.
La caída de la mortalidad en enfermedades comunicables queda especialmente patente en el caso del Sida, que en 2000 era la octava principal causa de muerte en el planeta y actualmente es la decimonovena.
Aún mueren por esta causa casi medio millón de personas anualmente, señala la OMS, que subraya cómo en África el sida todavía es el cuarto principal factor de muertes.
Otra enfermedad contagiosa a la baja es la tuberculosis, que ha caído del séptimo lugar de hace dos décadas al decimotercero en 2019, con una reducción de 30 por ciento en los óbitos globales, aunque aún ocupa el octavo lugar en África y el quinto en el sur de Asia.
Una tercera dolencia transmisible que sigue causando altos niveles de mortalidad en países en desarrollo es la malaria, que aún ocupa la sexta posición en las naciones más pobres, subraya la OMS.
El estudio indica que la esperanza de vida media en el mundo ha aumentado en dos décadas de los 67 años de 2000 a 73 en 2019, aunque la OMS afirma que solo cinco de esos seis años adicionales se viven con un buen estado de salud.
En el caso de muertes accidentales, los siniestros de tráfico siguen siendo una de las principales causas, especialmente en países de ingresos bajos, donde ocupan la séptima posición (con un aumento de 50 por ciento en los decesos en África desde 2000).
La OMS alerta también sobre el ascenso de las muertes por consumo de drogas en América, única región donde esta causa se encuentra entre las diez principales de mortalidad (en el resto no está ni entre los 25 primeros) y en la que los decesos de este tipo se han multiplicado por tres desde principios de siglo.
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AFG