Para realizar este proceso se recomienda usar cubrebocas, guantes de hule y no permanecer más de 10 minutos dentro del tinaco o cisterna
Para prevenir infecciones estomacales y diarreicas en la familia, es indispensable que cada seis meses se laven tinacos, cisternas y piletas, ya que el agua puede contaminarse y producir microorganismos que deriven en afectaciones a la salud.
Por ello, la Secretaría de Salud en el Estado de México recomienda a la población aplicar medidas básicas de higiene en los depósitos en los que se acumula agua para consumo humano y primordialmente mantenerlos bien tapados para evitar que les caiga basura, tierra u hojas de árboles que comprometan la limpieza del vital líquido.
La dependencia señala que ésta es una tarea sencilla y recomienda lavar con agua, jabón y tallar con un cepillo las paredes, piso y techo de los depósitos, con especial énfasis en las esquinas y uniones, después enjuagar bien.
Posteriormente preparar una solución de ocho mililitros de cloro por cada litro de agua, aplicarla con un trapo limpio y dejar que se impregne durante 20 o 30 minutos.
Una vez pasado ese tiempo, nuevamente se debe enjuagar con agua, abrir la llave de paso y dejar que salga el líquido acumulado en la tubería por el baño y la cocina, para posteriormente proceder al llenado.
Para realizar este proceso se recomienda usar cubrebocas, guantes de hule y no permanecer más de 10 minutos dentro del tinaco o cisterna y repetir este procedimiento cada seis meses.
La Secretaría de Salud mexiquense señala que, con lo anterior evitan diversos padecimientos que pueden adquirirse por la presencia de bacterias en depósitos de agua sucios, que provocan infecciones gastrointestinales caracterizadas por la presencia de diarreas, así como bacterias como la salmonella y los virus causantes de Hepatitis A y Rotavirus.