La FDA y EPA hicieron hincapié en que los riesgos del mercurio en el pescado dependen de la cantidad que se consuma y de los niveles que contengan
Casi todos los pescados y mariscos contienen algunos rastros de mercurio, alertaron la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
Registran altos niveles de ese metal, la carne de tiburón, pez espada, caballa (King Mackerel) o lofolátilo (Tilefish), por lo que no deben incluirse en la dieta.
El mercurio ocasiona daño al sistema nervioso, a las funciones del cerebro, al ADN y cromosomas, reacciones, irritación de la piel, cansancio, dolor de cabeza; efectos negativos en la reproducción, daño en el esperma, defectos de nacimientos y abortos.
Se puede comer hasta 340 gramos, que equivalen a dos comidas promedio a la semana de pescados y mariscos que sean bajos en mercurio.
La FDA y EPA hicieron hincapié en que los riesgos del mercurio en el pescado dependen de la cantidad que se consuma y de los niveles que contengan.
Los pescados y mariscos con altos niveles de mercurio perjudican al feto en el primer periodo de gestación o al sistema nervioso en vías de desarrollo de un niño pequeño, advirtieron las dos dependencias estadunidenses.
Recomendaron a las mujeres en edad fértil, embarazadas, madres de lactantes y a los niños pequeños evitar comer algunos tipos de pescado.
Maricos y pescados que se comen con frecuencia bajos en mercurio son: los camarones, atún enlatado, salmón, el gado (pollock) y el pez gato.
Consulte los avisos locales sobre la seguridad del pescado que vive en ríos y áreas costeras y evite su consumo en caso de alerta.
Los pescados y mariscos contienen nutrientes esenciales bajos en grasas saturadas, así como ácidos grasos omega-3 que contribuyen a la salud del corazón de las personas.