Las hernias de disco se presentan con mayor frecuencia en pacientes jóvenes desde los 17 hasta los 35 años de edad
A través de un buen programa de ejercicio, pérdida de peso y fortalecimiento e higiene de columna, se pueden prevenir hernias discales, en especial para aquellas personas que por su trabajo constantemente cargan cosas pesadas o hacen esfuerzos muy grandes, indicaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La doctora Cinthya Rico Licona, ortopedista del Hospital General de Zona con Medicina Familiar No. 29 de la Ciudad de México, explicó que las hernias de disco se presentan con mayor frecuencia en pacientes jóvenes de 17 a 35 años de edad.
Refirió que la zona más común es la columna baja, región lumbar, y una vez que se sale el núcleo pulposo, éste genera dolor al tener contacto con los nervios y tejidos, además de comprimir las raíces nerviosas, padecimiento que comúnmente se conoce como ciática.
La columna vertebral tiene, entre cada vértebra, un disco que sirve de amortiguamiento a las cargas. Esos discos están formados de un anillo fibroso y de un relleno líquido que da la facilidad de compresión. Pero si sobrecargamos, ya sea por un accidente traumático, una caída de sentón o una sobrecarga continua, este anillo se llega a romper, se sale el núcleo pulposo y se genera una hernia de disco o discal, explicó la especialista.
Mencionó que los síntomas son dolor en la columna, que se irradia a la zona del glúteo y baja hacia la pierna en la parte de atrás, llega hasta el talón e incluso los dedos del pie; al grado de no poder caminar ni moverse con facilidad.
También presentan un problema que se llama claudicación intermitente, donde el paciente camina dos a tres cuadras y después tiene dolor que lo limita a seguir caminando. Hay impedimento también para correr y dar pasos largos. La persona presenta hormigueo, sensación de calambre y disminución de la fuerza de la pierna.
La doctora Rico Licona explicó que existe una clasificación para las hernias discales: una que se llama contenida, que se puede manejar de forma conservadora bajando de peso, haciendo ejercicio para columna y fortalecimiento de la musculatura. Ésta no es quirúrgica.
En la hernia discal protruida hay un adelgazamiento del anillo, compresión de la raíz sin tener el derrame del núcleo pulposo. En caso de que sea un paciente delgado, todavía tiene posibilidad a no operarse, siempre y cuando sea disciplinado, mantenga los cuidados de su columna, evite las cargas para que el disco no se rompa.
En la hernia discal extruida, el anillo ya se rompió, el núcleo se salió y se derramó en todo el conducto de la columna. La única opción es quirúrgica, y lo que se hace es sacar el núcleo pulposo que ya está afuera del anillo.
La doctora Rico Licona indicó que en caso de que el paciente no se atienda la hernia discal puede quedar con una discapacidad funcional. La compresión de la raíz nerviosa genera dolor, pero después viene la disminución de la fuerza y la función de la pierna.
Finalmente, la especialista recomendó que con un buen programa de ejercicio, pérdida de peso, fortalecimiento y la higiene de columna, que es educar a los pacientes a cómo movilizarse durante sus actividades diarias, ayude a que el dolor ceda y no necesiten cirugía.
Reiteró no cargar pesos excesivos, el cuerpo tolera un peso máximo de 15 a 20 kilos; y de preferencia al hacerlo usar fajas, aunque las que utilizan para cargar no sirven para prevenir una hernia de disco; sí previenen una hernia abdominal o una hernia umbilical.