Te explicamos qué es y cómo identificar el optimismo disfuncional; en caso de no tratarse podría causar graves consecuencias.
Desde pequeños se inculca que hay que ver la vida con una actitud positiva, el problema inicia cuando se ignora el punto neutral y se usa ese sentimiento a manera de invalidar otras emociones. Se trata del optimismo disfuncional, te explicamos qué es y cómo identificarlo.
Si eres de los que siempre busca el lado bueno de las cosas, te recordamos que es importante mantener un equilibrio y que incluso el optimismo en exceso o mal manejado puede ser perjudicial.
El optimismo tal cual es la actitud que se tiene para ver, juzgar y vivir las cosas desde el aspecto más favorable o positivo; sin embargo, no siempre se puede estar bien al cien por ciento, y a veces es necesario quitar una carga emocional y seguir adelante.
El tratar de mantenerse positivos y felices las 24 horas los 365 días del año es imposible; de ahí la importancia de permitir y no minimizar el resto de las emociones que no están asociados con la alegría.
Se podría decir que el optimismo disfuncional invalida ciertas emociones y obliga a creer que se tiene que ver todo perfecto y positivo. Sin embargo, en este caso cuando algo no sale como lo planeado o se fracasa se cree que esto podría doler el doble, ser más frustrante e incluso, para algunos, imposible de controlar.
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De acuerdo a los expertos, existe una serie de comportamientos que se pueden identificar como un optimismo disfuncional:
- Minimizar o negar las emociones negativas.
- Esconder los sentimientos.
- Sentir culpa por demostrar emociones negativas.
- Minimizar el sufrimiento de una situación.
Lo cierto es que cada emoción tiene una función determinada y tampoco está bien evitar las cosas negativas de la vida, pues al final estas también ayudan a gestionar de manera eficiente las situaciones a las que las personas se enfrentan diariamente.
Con el tiempo, el optimismo disfuncional, es decir, el mantenerse positivo siempre es no ser realista, y a su vez este autoengaño es perjudicial, pues en algún momento todas esas emociones negativas pueden explotar y desencadenar en un ataque de ansiedad , crisis o explosiones de rabia.
Uno de los puntos más importantes para determinar qué se trata de un optimismo real y beneficioso es entender que existen las emociones negativas y positivas y que ambas se deben de aceptar y experimentar, pues gracias a ellas se puede seguir adelante.
Otro punto es que la persona debe ser realista y ser capaz de contemplar las posibles adversidades que pueda encontrar en el camino. Además de que el optimismo no va de la mano de la felicidad, es decir, no significa que siempre se deba estar con una sonrisa o estar feliz.
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CAB
