¿Qué comer para tener un colon saludable?

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¿Qué comer para tener un colon saludable?
¿Qué comer para tener un colon saludable?

Según el Instituto de Cancerología de Las Américas, este tipo de patología se ha convertido en un motivo de consulta del 40% a gastroenterólogos

El aparato digestivo es un sistema que requiere de un adecuado cuidado para evitar problemas de salud a la larga. Si no se come o se tienen horarios y hábitos adecuados, nuestro intestino almacenará toxinas que nos traerán consecuencias como: inflamación, estreñimiento, colon irritado entre más problemas.

Dentro de este sistema se encuentra el colon; órgano que se conecta con el intestino delgado y el recto, cuya función es extraer agua y nutrientes de los alimentos benéficos para nuestro cuerpo.

La comida que ingerimos todos los días no solo nos aporta nutrientes sino, también, alimenta a las bacterias que viven en nuestro organismo. Por ello, es necesario saber qué comemos y cómo lo hacemos para evitar padecer a la larga alguna afección.

La vida ajetreada de hoy en día nos ha llevado a perder nuestros hábitos de salud y alimentarios. Comemos de todo y a la hora que sea ocasionando pequeños estragos a nuestra salud, uno de ellos es el síndrome del colon irritable. Entre sus síntomas predomina dolores abdominales, gases, cambios en el funcionamiento intestinal y estreñimiento.

Según el Instituto de Cancerología de Las Américas, este tipo de patología se ha convertido en un motivo de consulta del 40% a gastroenterólogos. Siendo así que se ha encontrado una relación entre los cambios de estilo de vida y alimenticios.

Un intestino sano tiene una gran variedad de microbios buenos para el funcionamiento de nuestro sistema, consumir alguno de estos alimentos puede ser nuestro plus a estar sanos y poder atender desde un inicio. Aquí te decimos algunos que puedes incluir en la dieta diaria.

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Probióticos: cuando se habla de la flora intestinal, casi se nos viene a la mente los microorganismos vivos, como yogures, productos fermentados con leche o diferentes productos. Los probióticos cuentan con bacterias que pueden ayudar al tracto digestivo y mejorar la digestión. También se ha demostrado que pueden contribuir a mejorar la sensación de inflamación, diarrea y la digestión de la lactosa.

Aceite de oliva: el famoso “oro líquido” es uno de los alimentos más saludables para el intestino, sobre todo cuando se consume extra virgen. Tiene una gran cantidad de polifenoles, sustancias químicas naturales que actúan como antioxidante y afectan positivamente a las bacterias intestinales del cuerpo, combatiendo la inflamación del intestino y potenciando el sistema inmunológico.

Fibra: cualquier fruta o verdura que la contenga es buena para el intestino y el sistema digestivo, pues pone a trabajar y desechar todo lo que no necesita nuestro cuerpo. Entre las frutas beneficiosas destacan las manzanas. Además de aportar fibra son una gran fuente de pectina, que por su capacidad de absorber agua, evita el estreñimiento.

Se aconseja seguir una dieta rica en fibra para hacer trabajar al intestino, así como ayuda a reducir el cáncer colorrectal. Consumirla poco a poco logra hacernos sentir más llenos y se evita consumir alimentos fuera de tiempo. Hacerse una ensalada con verduras como: espárragos, brócoli, hortalizas (lechuga, espinaca, etc.) es perfecta para satisfacer el hambre y nivela nuestro control glucémico.

Ya se explicó un poco los alimentos perfectos para una dieta balanceada para nuestro colon, pero es importante recordar que también hay comidas o alimentos que solemos consumir que son muy ricos, pero nos hacen más daño que darnos salud.

Los hábitos alimenticios son clave para identificar qué nos desencadena estos padecimientos y molestias. Consumir alimentos procesados, altos en grasas malas o con exceso de azúcares agudizan la inflamación de nuestro colon y puede generar estreñimiento.

Bebidas carbonatadas: las burbujas de las bebidas pasan al tracto gastrointestinal causando el mismo efecto efervescente que sentimos en la boca, aumentando la sensación de hinchazón y malestar estomacal, logrando hacernos sentir muy llenos gracias a los gases dentro de nosotros. También el exceso de azúcares procesados podrían perjudicar al consumidor a la larga.

Cafeína: en algunas personas causa diarrea y acidez estomacal, síntomas del síndrome de intestino irritable. El consumo moderado de 2-3 tazas de café al día puede tener beneficios en nuestro organismo, pero si padecemos problemas gastrointestinales debemos evitar su consumo o, al menos, reducirlo. También el té, bebidas energéticas y chocolates pueden agravar un problema a futuro.

Alimentos derivados de la leche: no a todos les sucede, pero las personas que son intolerantes a la lactosa o tienen problemas intestinales suelen padecer inflamaciones estomacales, gases, hinchazón o malestares por consumir helados, leche y quesos. Se recomienda consumir moderadamente o sustituir con otros alimentos semejantes.

Evita “aguantar” las ganas de ir al baño. Intentar retener al momento de tener ganas de evacuar es muy dañino. Todo lo que consumimos durante el día no se debe acumular, porque puede liberar toxinas en el cuerpo dañinas y, esto puede causar diverticulosis o el síndrome de colon irritable.

Cuando tenemos un alto consumo de carnes rojas de entre 50 a 100 gramos al día, el riesgo de tener cáncer de colon aumenta entre un 15 y 20 porciento. Se recomienda disminuir paulatinamente el consumo y sustituirlo por otros alimentos que nos aporten mayores beneficios para tener una dieta balanceada y rica en nutrientes.

Muchas veces tenemos una agenda muy estresante y el tiempo es vital para hacer nuestras actividades, pero es necesario realizar pequeños ejercicios como salir a caminar, trotar o practicar algún deporte para que nuestro cuerpo esté en movimiento y que los alimentos consumidos puedan ser mejor digeridos.

Por último, el consumo de agua es vital para cualquier aspecto de nuestro cuerpo, nos mantiene hidratados, mejora la circulación de nuestro sistema, oxigena y mejora nuestra salud interna y externa. Pero también debemos saber consumirla, no se trata de tomar los famosos “dos litros al día”, sino lo que el cuerpo pide. Tener cerca un vaso de agua puede ayudarnos a recordar lo vital que es estar hidratado.

En conjunto, necesitamos trabajar a la par con nuestro cuerpo y alimentación para mejorar nuestro sistema digestivo. Si comemos adecuadamente, a nuestras horas, nos ejercitamos, consumimos snacks saludables y, sobre todo, logramos un balance entre actividad y alimentación, veremos mejoras y evitaremos padecer de enfermedades o problemas a la larga.

También es importante recurrir a especialistas o doctores para tener un chequeo y saber cómo estamos por dentro y prevenir antes de lamentar algún padecimiento.

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CAB

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