Desde hace más de una década se conoce el papel de la inflamación en el desarrollo de arteriosclerosis y en la aparición de enfermedades cardiovasculares
La gota es la enfermedad que se produce por la formación de cristales de una sal del ácido úrico (urato de sodio) en los tejidos, más frecuentemente en las articulaciones.
Aunque el dedo gordo del pie es la primera articulación metatarsofalángica donde se manifiesta frecuentemente la enfermedad, también puede inflamar el empeine o el tobillo, lo que a veces puede confundirse con un esguince, además del codo, la rodilla o la muñeca, según la Sociedad Española de Reumatología (SER).
Especialista advierten que los pacientes con gota tienen un elevado riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares como infarto de miocardio o ictus, siendo equiparable al de los pacientes con diabetes.
Ese riesgo vascular, se relaciona con la mayor frecuencia de factores clásicos como la hipertensión, dislipemia u obesidad, pero también con la propia enfermedad, ya que la gota se produce por el depósito de cristales de ácido úrico, que inducen inflamación.
Desde hace más de una década se conoce el papel de la inflamación en el desarrollo de arteriosclerosis y en la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Así, el objetivo del tratamiento consiste en disolver los cristales de ácido úrico del organismo y eso se logra con la normalización de los niveles de urato en sangre.
“Aunque los datos todavía no son sólidos, es muy probable que la disolución de los cristales, al normalizar los niveles de ácido úrico en sangre, repercuta en una reducción del riesgo cardiovascular de las personas con gota”, según el doctor Andrés.
Pero además de los fármacos, que son eficaces, es recomendable que el paciente con sobrepeso adelgace y siga una dieta cardiosaludable.
Según la Sociedad Española de Reumatología, aunque en el 90 por ciento de los casos la gota se produce por un problema al eliminar el ácido úrico por el riñón, no es recomendable abusar de alimentos ricos en purinas como cerveza y otras bebidas alcohólicos y edulcoradas, carne roja, marisco y pescado azul.
También es aconsejable beber 1-2 litros de agua al día y tomar alimentos ricos en vitamina C, además de hacer ejercicio de forma regular.