La británica instó a generar más conciencia de que los ataques cardíacos afectan en la misma medida a hombres y mujeres
Una británica que sobrevivió a un ataque al corazón tras haber ignorado sus síntomas durante al menos una semana compartió la historia de cómo el extraño sabor de un vino anticipó el incipiente infarto.
Su intención es que su relato pueda ayudar a otras mujeres a prevenir la misma situación, informa Chronicle Live.
El hecho sucedió hace dos años, cuando Louise McGill, por entonces de 45 años, regresó a su casa en Waterhouses, en el condado inglés de Staffordshire, Reino Unido, tras un paseo con su esposo y sus dos hijas gemelas.
La mujer se sirvió una copa de vino, pero al probarlo percibió un sabor “realmente extraño”, recuerda. Su esposo también le dio un sorbo, pero no notó nada extraño en la bebida.
Esa misma noche, Louise se despertó con un agudo dolor y sensación de presión en el pecho e inicialmente pensó que se trataba de una indigestión, pero pronto sintió que se trataba de algo más grave y su marido llamó una ambulancia.
Los paramédicos que la atendieron determinaron que había sufrido un infarto y la trasladaron de urgencia al hospital Freeman, en Newcastle.
Allí se le diagnosticaron dos obstrucciones de arterias coronarias y se le colocó un ‘stent’ —una malla intravascular de metal que se expande— para mejorar el flujo de la sangre al corazón.
La mujer recuerda que en la semana anterior al ataque cardíaco se sentía excepcionalmente cansada, pero a pesar de regresar exhausta tras largas horas en el trabajo, también buscaba encontrar tiempo para sus hijos.
Sin embargo, a dos días del infarto, llegó a casa y enseguida se quedó dormida en el sofá, algo sumamente inusual en ella.
Louise confiesa que en ese momento atribuyó todo a su intensa rutina diaria sin prestar demasiada atención a los síntomas, algo que, opina, es una reacción muy común entre las mujeres. Ahora, ya recuperada, cuida de su salud consumiendo alimentos más sanos y equilibrando el trabajo con el descanso y la actividad física.
Asimismo, la británica instó a generar más conciencia de que los ataques cardíacos —falsamente percibidos como un problema principalmente masculino— afecta en la misma medida a ambos sexos, para reducir así la inequidad en los diagnósticos y tratamientos médicos que reciben frecuentemente las mujeres.
