Investigadores del IPN consiguen avances en el combate del virus del Chikungunya

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Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) lograron un gran avance en el diseño de anticuerpos neutralizantes con función bioterapéutica para combatir el virus del Chikungunya, así como para mejorar los reactivos de diagnóstico existentes. Debido a que se está estudiando una enfermedad emergente y de importancia nacional, el proyecto obtuvo financiamiento tanto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), mediante la Convocatoria de Atención a Problemas Nacionales, como de la Secretaría de Investigación y Posgrado del IPN. Sonia Mayra Pérez Tapia, directora ejecutiva de la Unidad de Desarrollo e Investigación en Bioprocesos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, dijo que este trabajo es ambicioso, pues descubrir anticuerpos y convertirlos en un producto beneficiaría a los humanos. La especialista indicó que en la primera parte de este estudio, realizado por un grupo multidisciplinario de científicos nacionales e internacionales, se utilizará una plataforma de descubrimiento de anticuerpos denominada “Biblioteca de Fago-anticuerpos”, que a nivel mundial está a la vanguardia en esta materia. Pérez Tapia refirió que en la construcción de dicha Biblioteca, se aisló una gran colección de genes de las inmunoglobulinas (moléculas cuya función es proteger a las personas contra agentes extraños) de la población mexicana. A través de una serie de estrategias de ingeniería molecular, estos genes se introdujeron en un virus filamentoso (Fago) que permite expresar los genes en su superficie. De esta forma, es posible seleccionar a aquellos que reconozcan específicamente a proteínas del Chikungunya, lo que facilitaría la obtención de resultados en menos de cinco años. La investigadora destacó que existen bibliotecas en otras partes del mundo que se crean a partir del repertorio de genes de una o cinco personas, las cuales ya cuentan con millones de posibilidades de hallar un anticuerpo que pueda unirse a un antígeno de interés. Los expertos del IPN elaboraron esta herramienta a partir de 180 mexicanos. “Hacemos una selección, en términos de investigación que se llama Panning o tamizaje molecular, que es lo que hacían los buscadores de oro. Al finalizar un proceso, que es de varias rondas, se obtiene como resultado uno o más candidatos de anticuerpos para desarrollarse”, explicó Pérez Tapia. Subrayó que una vez descubierto ese anticuerpo, se verifica que tenga cierta actividad para neutralizar o bloquear el virus, a fin de evitar la infección en sistemas in vitro. “Una vez logrado lo anterior, se comienza a desarrollar un producto. Posteriormente, se pasa a un formato terapéutico, donde se realizan ensayos de concepto y pruebas preclínicas”, concluyó.

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