Junto con el tratamiento médico y farmacológico a pacientes sospechosos y confirmados de COVID-19, la nutrición es piedra angular en el proceso de la atención
Una adecuada alimentación en pacientes con COVID-19 es fundamental para tener menos posibilidades de presentar un cuadro grave de la enfermedad, lograr una pronta recuperación y disminuir el riesgo de desnutrición, señalaron especialistas en nutricion del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Una buena ingesta de alimentos en los pacientes con síntomas de COVID-19 les ayuda a un mejor restablecimiento de su salud, afirmó Danitza Yahaira Montiel Nicacio, del Departamento de Nutrición y Dietética del Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZ/MF) No. 29 “Dr. Alfredo Badallo García”.
Junto con el tratamiento médico y farmacológico que se ofrece a los pacientes sospechosos y confirmados de COVID-19 en los Hospitales Generales de Zona del IMSS, la nutrición es piedra angular y juega un papel importante durante el proceso de la atención, sostuvo la especialista.
Comentó que al paciente se le ofrece una alimentación completa, variada e inocua con un plan individualizado, siempre ajustado a los requerimientos del mismo. Primero se realiza una evaluación del estado nutricional dentro de las primeras 48 horas con el fin de que el abordaje nutricional sea de manera oportuna y eficiente.
La especialista en Nutrición señaló que en el HGZ No. 29 se atienden dos tipos de pacientes: los que están hospitalizados compensados (estables) y los que se encuentran en cuidados intensivos que pueden requerir ventilación mecánica u oxigenoterapia.
Danitza Yahaira Montiel Nicacio detalló que para el paciente compensado se le apoya con una alimentación variada, dándole el aporte de macro nutrimentos como hidratos de carbono, proteínas y lípidos, “es muy importante mantenerlos con una buena hidratación”.
Explicó que a los enfermos se les proporciona una dieta durante el día, la cual está conformada por cinco raciones de verduras y frutas, seis de cereales y tres de proteína con alguna fuente de alimento de origen animal, divididas en sus tres servicios de alimentación: desayuno, comida y cena.
Para un paciente en promedio la recomendación de consumo es de 20 a 30 calorías por kilogramo de peso, esto es de 1,800 a 2,000 calorías., indicó Montiel Nicacio.
Dijo que la sugerencia es que siempre la vía oral sea la primera elección de alimentación para el paciente. Sin embargo, hay aquellos que se encuentran en un área de cuidados intensivos y muchas veces no se puede llevar a cabo por esta vía.
Añadió que en estos casos se utiliza la nutrición enteral apoyada con suplementos hipercalóricos e hiperprotéicos, y si las condiciones tampoco lo permiten, entonces se requerirá de una nutrición parenteral a través de una vía venosa.
La nutrición mejora la sintomatología del paciente y ayuda a tener un restablecimiento de su salud. “Está demostrado que los pacientes que presentan un mejor estado nutricional van a tener menor posibilidad de caer en un estado grave”, aseveró la nutrióloga.
Por su parte, jefa del Departamento de Nutrición y Dietética del HGZ No. 29, Magali Paulina Viñas Aparicio, destacó que “en el Hospital todos seguimos haciendo nuestro trabajo, nunca hemos parado y seguimos aportando la alimentación tanto para el paciente como para el personal, con nuevas ideas que nos permitan seguir ofreciendo una atención de calidad y personalizada”.
Comentó que para tener una comunicación más estrecha con los pacientes y previo a su ingreso al Área de Aislamiento COVID-19, el manejador de alimentos con su Equipo de Protección Personal, se coloca un letrero identificándose como personal de Nutrición, con su nombre y categoría.
“Gracias a esto, ha sido posible que haya una interacción personalizada con los pacientes, que puedan escuchar alguna inquietud acerca de su dieta y de esta manera los distingan entre todo el equipo de salud que los está atendiendo”, expuso.