Dormir mucho tambien sugiere un estilo de vida inactivo, factor que también está relacionado con un riesgo mayor de sufrir derrames cerebrales
Dormir mucho puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, aseguran los autores de un estudio sobre hábitos de sueño y físicos de 31,750 hombres y mujeres de China con una edad promedio de 61.7 años publicado en la revista de la Academia de Neurología de EEUU.
El análisis de esos datos obtenidos durante alrededor de seis años reveló que las personas que dormían nueve o más horas por la noche tuvieron un 23 % más probabilidades de sufrir un derrame cerebral que las que descansaron entre siete y ocho horas, una circunstancia que no afectó a quienes dedicaron menos de seis horas diarias al sueño nocturno.
En cuanto al reposo vespertino, tomar una siesta de 90 minutos o más incrementó ese riesgo de tener una hemorragia cerebral al 25 %, mientras que los descansos de hasta media hora no provocaron ‘efectos secundarios’.
Los especialistas ajustaron estos resultados en función de factores como presión arterial alta, diabetes o consumo de tabaco, que también podrían aumentar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular.
Xiaomin Zhang, integrante de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en Wuhan (China) y uno de los autores del trabajo, afirmó que las causas exactas de este fenómeno se desconocen y “se necesita más investigación”.
En cualquier caso, este experto destacó que “estudios anteriores demostraron que las siestas y el sueño prolongados provocan cambios desfavorables en los niveles de colesterol y un aumento de las circunferencias de la cintura”.
Asimismo, Zhang recordó que dormir mucho a menudo sugiere que la persona lleva un estilo de vida inactivo, factores que también están relacionados con un riesgo mayor de sufrir derrames cerebrales.