El uso crónico de la dexametasona aumenta el índice de glucosa en la sangre y puede generar diabetes; también incrementa la presión arterial
En la actualidad no hay tratamiento para prevenir el COVID-19, sin embargo, hay personas que incurren a la automedicación y emplean fármacos como la dexametasona que, lejos de ayudar a prevenir la infección del coronavirus SARS-CoV-2, pueden desencadenar otros padecimientos que aumentan la susceptibilidad para adquirirlo, alertó la especialista en Farmacología del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Rosa Amalia Bobadilla Lugo.
La catedrática e investigadora de la Escuela Superior de Medicina (ESM), precisó sólo hasta que disponga de una vacuna se podrá hablar de prevención de la enfermedad y recalcó que algunos reportes científicos señalan que la dexametasona ha mostrado su utilidad para reducir la mortalidad de pacientes graves, pero si ésta se administra en etapas tempranas o cuando no hay infección, se suprime la respuesta inmunológica, lo cual incluso puede favorecer que se desarrolle una infección por virulencia y que la condición médica agrave.
Advirtió que el uso crónico de la dexametasona aumenta el índice de glucosa en la sangre y puede generar diabetes; también incrementa la presión arterial, puede favorecer la aparición de úlcera péptica, alteraciones en el sistema nervioso, ansiedad y depresión, entre otros efectos adversos, por lo que no se debe considerar su uso como medicamento profiláctico.
En cuanto a la utilización del paracetamol, indicó que es un fármaco que se ha indicado para aliviar los síntomas de dolores de cabeza y articulaciones, así como la fiebre en pacientes con Covid-19, sin embargo, su administración no debe superar los cinco días. “Lo ideal es que únicamente se tomen 2 gramos al día (500 miligramos cada 6 horas) paras evitar efectos adversos en la salud”, agregó.
La doctora Bobadilla Lugo refirió que los antiinflamatorios no esteroideos, como la aspirina o el ibuprofeno, se deben usar con moderación, debido a que pueden ocasionar irritación gástrica que, dependiendo del estado previo de la persona, puede generar incluso sangrado gástrico.
Por otro lado, y debido a que muchas personas presentan síntomas leves o cursan asintomáticas, la integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I señaló que una forma de asegurarse que no se está agravando el padecimiento es monitorear constantemente la saturación de oxígeno y sugirió vigilar que no descienda por debajo de 90-92 por ciento.
“Esto se puede hacer en casa o en un consultorio con ayuda de un oxímetro; en caso de una reducción paulatina es importante seguir las indicaciones de las autoridades y llamar al número de Locatel y/o acudir a un centro hospitalario para recibir atención inmediata.
Finalmente la doctora Rosa Amalia Bobadilla Lugo hizo hincapié en que, fuera de automedicarse con dexametasona o paracetamol, la mejor manera de reducir el contagio de SARS-CoV-2 es observar las recomendaciones sanitarias establecidas por las autoridades de salud, así como mantener una alimentación sana rica en frutas y verduras, realizar ejercicio, así como tomar el sol por lo menos 15 minutos al día para mantener estable el nivel de vitamina D en el organismo.
IPR
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