Actualmente se conoce que siete alimentos son los causantes de hasta el 90 por ciento de las alergias de este tipo: leche de vaca, huevo, trigo, soya, pescados, mariscos y frutos secos
Es importante que durante los primeros años de vida se tenga especial cuidado en la alimentación de los niños, pues es en esta etapa cuando existe el mayor riesgo de desarrollar una alergia alimentaria.
Un cuadro alérgico es una reacción exagerada del sistema inmunológico ante la ingesta de un alimento, sus manifestaciones van desde leves a severas, incluso, puede provocar la muerte a consecuencia de un choque anafiláctico.
Actualmente se conoce que siete alimentos son los causantes de hasta el 90 por ciento de las alergias de este tipo: leche de vaca, huevo, trigo, soya, pescados, mariscos y frutos secos.
La alergia más común en la población infantil es a la proteína de la leche de vaca. Los pequeños presentan manifestaciones cutáneas, problemas respiratorios como flujo nasal, estornudos, tos y eventos de broncoespasmo.
También pueden provocar problemas digestivos como reflujo, constipación, estreñimiento, diarrea, evacuaciones con sangre, gases y distensión abdominal.
Se recomienda que cuando se sospeche que existe una reacción por el consumo de un alimento, de inmediato se consulte a un especialista.
Se requiere conocer qué alimento provocó la reacción alérgica para eliminarlo de la dieta, pues si se continúa consumiendo los síntomas serán cada vez más graves.
Una de las maneras más efectivas de prevenir cualquier tipo de alergias es a través de la alimentación al seno materno. Este alimento proporciona al bebé anticuerpos que le ayudan a defenderse de determinados virus, bacterias o infecciones.
La Organización Mundial de la Salud, recomienda la lactancia materna para el bebé de forma exclusiva hasta los seis meses y junto con la alimentación complementaria hasta los dos años.