Los cubrebocas evitan la diseminación de microorganismos que se alojan en boca, nariz y garganta; su funcionamiento es de dentro hacia fuera
¿Sabías que en 1910, los chinos ya usaban cubrebocas para prevenir la tercera plaga bubónica? Y que en 1918, se emplearon por todo el mundo para protegerse de la mal llamada gripe española.
Como puedes ver, el hábito del cubrebocas no es nuevo. Además, su uso en el personal de salud es común, debido a que se utiliza en diversos procedimientos, tanto clínicos como quirúrgicos, un factor importante para garantizar la seguridad del paciente, de los profesionales de la salud y los trabajadores.
En la actual pandemia del COVID-19 ha orillado al mundo, nuevamente, a usar cubrebocas o mascarillas como una manera de reducir su contagio y propagación a través de gotas microscópicas en el aire al hablar, por un estornudo o tos de una persona infectada.
¿Quiénes y dónde usar un cubrebocas?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el uso de cubrebocas o mascarillas forma parte de un conjunto integral de medidas de prevención y control que pueden limitar la propagación de determinadas enfermedades respiratorias causadas por virus, en particular la COVID-19. Sirven también para proteger a las personas sanas (al entrar en contacto con una persona infectada) o para el control de fuentes (si una persona infectada la utiliza para no contagiar a otros).
Dentro de los tipos de mascarillas están:
- Mascarilla médica. Deben estar certificadas de conformidad con normas internacionales o nacionales. Está diseñada para usarse una sola vez, se caracteriza por una filtración inicial (como mínimo un 95% de las gotículas), respirabilidad y, si es necesario, resistencia a líquidos corporales.
- Las mascarillas higiénicas (es decir, no médicas; también llamadas de tela) están hechas de una variedad de telas tejidas o sin tejer de materiales como el polipropileno. Pueden confeccionarse con distintas combinaciones de telas, capas y formas. No hay un diseño, selección del material ni forma que sean únicos. Por lo que la combinación ilimitada de telas y materiales da lugar a una filtración y respirabilidad variables.
Al usar una mascarilla, ya sea médica o de higiene, el objetivo es evitar la transmisión de agentes infecciosos, evitar el contacto con las salpicaduras de fluidos potencialmente patógenos.
Además, de acuerdo con la Lic. Guadalupe Leyva Ruiz, e Jefe de la División de Educación Continua y Desarrollo Profesional ENEO-UNAM en su artículo El cubrebocas o mascarilla, un recurso para garantizar la seguridad del personal de salud y del paciente los cubrebocas evitan la diseminación de microorganismos que se alojan en boca, nariz y garganta.
Su funcionamiento es de dentro hacia fuera pues durante la exhalación, el aire de la nariz y la boca sale con cierta velocidad y se dirige frontalmente.
¿Quién los debe utilizar?
- Personas que tengan algún síntoma de gripe.
- Personas que viven o atienden a un enfermo con síntomas de gripe u otro padecimiento.
- Personas que necesitan estar en lugares muy concurridos como: transporte público, centros comerciales, mercados, estadios, iglesias, elevadores, entre otros. En procedimientos clínicos y quirúrgicos que requieren técnica de asepsia.
- Personas con cuadro gripal.
- Si estás en una reunión.
Lo que sí y lo que no en el uso de mascarillas o cubrebocas
Si bien, el cubrebocas es un potente recordatorio de no acercarse las manos a la cara, debes tener en cuenta lo que debes o no hacer cuando la usas A este respecto, la Organización Mundial de la Salud señala lo siguiente:
Lo que debes hacer:
- Extrae el cubrebocas de su empaque o bolsa por las tiras.
- Ajústate la mascarilla o cubre-bocas a tu cara de tal manera que no queden aberturas por los lados.
- La Mascarilla o cubre-bocas te debe cubrir boca, nariz y barbilla.
- Evita tocarlo.
- Lávate las manos antes y después de quitarte el cubre-bocas.
- Retírate la mascarilla por las tiras que se colocan detrás de las orejas o de la cabeza.
- Una vez retirada, mantén el cubre-bocas alejado de tu cara.
- Si es una mascarilla de tela, lávala con jabón o detergente preferentemente con agua caliente. Una vez limpia y seca, guárdala en una bolsa de plástico limpia y de cierre fácil.
Lo que no debes hacer
- No utilices un cubrebocas que parezca dañado.
- No agarres el cubrebocas si no te has lavado las manos antes.
- No te pongas el cubre-bocas o mascarilla por debajo de la nariz.
- No te lo quites cuando esté cerca alguien a menos de un metro de distancia.
- No utilices mascarillas que te impiden la respiración.
- No utilices cubre-bocas o mascarillas sucias o mojadas.
- No compartas mascarilla con otras personas.
- No reutilices las mascarillas de un solo uso, deséchalas inmediatamente.
Así, recordemos que usar protector facial no basta para prevenir la transmisión de la COVID-19 de persona a persona, por lo que es necesario adoptar otras medidas como el lavado de manos, el distanciamiento físico.
IPR
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